viernes, 23 de febrero de 2018

El Cristo del Amor da la talla

Juan Abascal conservó siempre el modelo original de su Cristo del Amor

Tiempo de Cuaresma (X)
El Cristo del Amor da la talla

En 1960, Rafael Ortega y Sagrista, a través de su hermano Enrique, pone al alcance de la  Cofradía del Cristo de la Expiración al escultor sevillano Juan Abascal Fuentes, de quien ya hemos hablado en este blog. Lo hizo para la restauración del mismísimo Cristo de la Expiración, un trabajo que abrió las puertas de la Semana Santa de Jaén al imaginero hispalense hasta el punto de convertirlo en el más prolífico en su tiempo, ya fuera en restauraciones o en obra de nueva hechura. El cambio en los tiempos ha supuesto, sin embargo, que la Semana Santa de Jaén pierda alguna de las obras de Abascal. Dos de estas han sido las que forman el pasaje del Beso de Judas, en el que el apóstol ejecuta la señal traidora en la persona del Cristo del Amor. Las dos imágenes, de excelente factura,  fueron contratadas el 30 de abril de 1966 por el entonces gobernador de la Cofradía del Perdón, Antonio Donaire Rus, bajo una serie de condiciones que no eran totalmente del gusto del imaginero, más por razones prácticas que artísticas. Por una parte, la cofradía exigía a Abascal que las tallas fueran completas, "totalmente doradas y estofadas siguiendo el estilo de la Imaginería (sic) sevillana", una condición que resultaba extraña cuando tal requerimiento estaba más cerca de la imaginería castellana y granadina que de la sevillana, donde la práctica totalidad de las imágenes procesionales ya eran de vestir.
Con todo, ni esta exigencia ni la de que la policromía, el dorado y el estofado deberían ser de la mano del mismo Abascal supusieron para el artista una contrariedad mayor que la de la cláusula F del contrato, donde se especificaba que "La altura total de las Figuras (sic) será de un metro noventa y cinco centímetros, de pies a cabeza, sin pa (sic) peana de sustentación". En otras palabras, las imágenes superaban los dos metros de altura, lo que unido al volumen que a ello obligaba, si se querían armoniosas y no desproporcionadas, las convertía en dos piezas tan enormes que la posibilidad de que en el futuro fuesen acompañadas en el paso por otras secundarias quedaba totalmente descartada. 
Para la ejecución de las dos tallas, Abascal las modeló previamente en escayola a mitad de su tamaño, para posteriormente duplicar las medidas por el sistema de sacado de puntos. 
El imaginero nunca destruyó los modelados originales, que conservó en su taller hasta el final de sus días, en 2003, doce años después de que la Cofradía decidiera la sustitución de ambas imágenes por otras realizadas por el joven sevillano José Antonio Navarro Arteaga como parte de un misterio que concluyó más tarde con otras cinco figuras.

El Cristo del Amor de Juan Abascal Fuentes fue fue sustituido en 1991


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