jueves, 15 de marzo de 2018

Tres oraciones para un mismo huerto

La imagen de Jesús Orando en el Huerto de Abascal fue estrenada en 1970
Tiempo de Cuaresma (XXX)
Tres oraciones para un mismo huerto

En varios de los capítulos de estos apuntes cuaresmales he hecho mención a la sucesión de cambios que la Congregación de la Vera Cruz llevó a cabo tras la guerra civil hasta encontrar unos titulares que gustaran a todos, o al menos que o desentonaran demasiado. De alguna manera, puede decirse que tales cambios afectaron a todos los titulares actuales, aunque de distinta manera y en distintas épocas, si bien casi todos tienen un denominador común, y es que fueron rápidos y en un breve espacio de tiempo, como mucho, una década.
Sin embargo, hay entre todos los titulares uno que escapa a esta pauta, y es Jesús Orando en el Huerto de los Olivos, cuyo modelo definitivo no quedó fijado hasta la Semana Santa de 1970, cuando se estrenó la imagen que la Congregación había contratado con el sevillano Juan Abascal en junio del año anterior. Hasta ese momento habían sido dos los intentos, y otros tantos los fracasos, pues ninguno de ellos terminó de cuajar. Primero fue el realizado en 1946 por la valenciana Josefina Cuesta, y luego el que, sobre el mismo, hizo el también valenciano Rafael Rubio Vernia, en 1951. Y si dos fueron las imágenes de Jesús, otros dos fueron los ángeles confortadores.

Primer misterio de la Oración en el Huerto, obra de
la escultora valenciana Josefina Cuesta
(Foto de Jaime Roselló)
Lo cierto es que el desánimo de la Congregación llevó a su Junta de Gobierno a intentar un nuevo reformado de la imagen de Jesús tallada por Rubio Vernia, a quien debían perseguirle las reformas de lo que había hecho en Jaén. Las intenciones llegaron al extremo de que la Congregación propuso a Juan Abascal "restaurar" la imagen de Jesús cambiando incluso su posición "casi sentado, para elevarlo y darle más prestancia". Se pretendía también darle forma en el tórax, muy plano, "aún cuando esto se podría conseguir -dice la cofradía- con un corselete de boata (sic)".
Otra cuestión era el ángel confortador, al que Abascal consideraba inservible "ya que su carácter de copia y falta absoluta de categoría artística hace que no sea aprovechable ni aun parcialmente". Así se lo hizo saber a la Congregación, a la que pidió que ni siquiera se molestara en enviarle el ángel a Sevilla junto con la imagen de Jesús. Pese a todo, el ángel sí que fue, pero sólo por "complacer a los sabios de la Cofradía", según confesaba con cierta retranca Angel Muñoz Maldonado en una carta al propio escultor, a quien advertía: "Por ello, descártelo totalmente".
Como contrapartida, Abascal proponía la hechura de un nuevo ángel, para el que tomaría como inspiración el que él había realizado para la Hermandad de las Aguas, hoy por hoy la única figura suya que hay en la Semana Santa de Sevilla. 
Finalmente, la figura del ángel, "encarnada, dorada y estofada", que Abascal presupuestó en 53.000 pesetas, no se hizo y su lugar lo ocupó el primitivo de la Congregación, desaparecido en 1939 y aparecido, casualmente, en 1970, justo cuando se iba a estrenar la nueva imagen de Jesús.
El contrato de hechura había sido firmado en junio de 1969, y en el mismo se concertaba la realización de una imagen de vestir, para lo que se entregaba al escultor la imagen anterior, "a fin de restaurar y adaptar la misma al grupo proyectado". La imagen debería tener el rostro y el pelo totalmente tallados, "con policromía del tipo de la escuela Andaluza-Sevillana del siglo XVII".
El precio convenido fue de 20.000 pesetas.

© José L. García

Segundo misterio de la Oración en el Huerto, obra de Rubio Vernia
(Foto de Jaime Roselló)

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